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La concentración en el squash, mejores técnicas

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Una de las virtudes más importantes en un jugador de squash es la concentración. Tener la cabeza en el partido, solo en ello, y dejar de lado, durante unas horas, los problemas de la vida cotidiana. Tener una buena concentración durante el choque eleva considerablemente las opciones de victoria.

Al fin y al cabo, el squash es un juego de errores. El que más bolas falle, perderá el partido en el mayor número de ocasiones. Y en ese aspecto, la concentración es muy importante. La técnica y la táctica, evidentemente, también afectan. Una de las cualidades que tiene que poseer un buen jugador de squash es la mentalidad y la capacidad de aguantar la presión. En efecto, saber jugar con la psicología del adversario y mantener la calma.

En este artículo te daremos algunos consejos que debes saber para mantener la concentración en un encuentro de squash.

Vamos a ver varios ejemplos que a cualquier jugador de squash seguro que le habrán ocurrido.

Sensación de superioridad

Seguro que alguna vez te habrá ocurrido, que tras arrancar un juego venciendo con superioridad, comienzas perdiendo el siguiente. Pierdes la concentración. Tu cabeza piensa que el partido se ganará sin apenas esfuerzo, que será un paseo militar y comienzas a fallar bolas impensables, que en condiciones normales no fallarías. Empiezas a cabrearte contigo mismo y la culpa de los fallos se la echamos a cualquier cosa que se nos pasa por la cabeza en el momento

¿Cómo solucionar este inconveniente?

  • Juega con intensidad. Uno de los inconvenientes es salir al partido relajado pensando que no tendrás que dar tu máximo. Con intensidad, fuerzas al rival a golpear bolas de más dificultad y por ende, provocarle más errores.
  • Trazar una línea a seguir. Busca los puntos débiles del rival e intenta hacer hincapié sobre ellos.
  • Lleva el marcador: podrá parecer una tontería, pero llevar el tanteo del encuentro demuestra concentración. Demuestra estar metido en el partido y evita esas distracciones.

Pérdida concentración por cansancio

También te habrá ocurrido alguna vez que superas la hora de partido (en algunos casos más) y comienzas a fallar bolas por cansancio. No se llega con la misma frescura a cada bola y por lo tanto se adopta una mala posición para golpear que conlleva fallos. Esto no solo ocurre en el squash, ocurre en absolutamente todos los deportes. El cansancio afecta a la mente, que ya no responde de la misma manera. Saber jugar con cansancio encima es de luchadores. Y los luchadores se convierten en ganadores.

¿Cómo solucionar este inconveniente?

  • Hidrátate. Bebe agua o bebida isotónica en el descanso de juegos, tómatelo con calma. Si puedes, échate un poco de agua por la cabeza y vuelve a escena con las pilas algo más cargadas.
  • Vuelve a coger confianza. Trata de evitar en los siguientes puntos los golpes arriesgados y juega con inteligencia. Cuando entren un par de golpes, volverás a coger confianza y tu mente olvidará el cansancio. Disfruta y sonríe jugando al squash.

Pérdida de concentración por errores

Alguna vez te habrá ocurrido que fallas dos golpes seguidos cuando sabias que podrías haberlo hecho mucho mejor y tu mente “se va” del partido. Ello desencadena que los rivales cogen una ventaja en el set y parece un túnel sin salida, desembocado en la derrota. Es el momento que comienza la batalla con tu mente y tienes que vencer.

¿Cómo solucionar este inconveniente?

  • Restarle importancia. Concéntrate, analiza en que golpes estás fallando y toma una solución. Recuerda los consejos que el entrenador te da en los entrenamientos y comienza a realizar los golpes con los que te encuentras más seguro. Seguro, que cuando comiences a efectuar adecuadamente los golpes y hagas sufrir al rival, volverás a obtener la confianza necesaria para remontar el partido.

Esperamos que con estos consejos puedas mejorar tu juego y evitar esas pérdidas de concentración por algunos de los casos que hemos analizado. Si quieres ayudarnos a lograrlo, comparte este contenido con tus amigos que jueguen al squash.

Nos vemos en el próximo artículo. Buen squash a todos!